¿HAS PERDIDO TUS DETALLES?

CREAR MI CUENTA

La ciudad del instante

Contra su apariencia, la marea de la vida citadina le deja pocas opciones al hombre contemporáneo. Acotado temporal y espacialmente –las distracciones y su técnica le acometen tempestuosamente– encuentra su salvaguarda en el instante, dilatada casa del poeta, momento total que acontece en evanescencia. Allí obtiene sus victorias y germina sus racimos. Navegante en un océano de comunicaciones potentes y señales difusas, oculto entre entretenimientos y quehaceres, se pregunta, acaso sin formularlo así, aquello que siempre se han preguntado los hombres: ¿qué es lo importante?, ¿cuál es su sentido?, ¿qué hago yo con ello? Y aunque desdibuje y dilate las respuestas con trabajo, mensajes instantáneos, discursos políticos o pleitos adquiridos, está en inmerso en la ciudad: no puede evitarlo. Canta entonces un instante –¿Qué vais a aplacar, cuando encadenado al tiempo férreo me arde el alma? (Hölderlin)– y continúa atravesando, ya distinto, el influjo que lo lleva… (Por Benjamín Castro Martínez)

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